¡Abriendo camino en la tupida selva!

 


Debemos ubicarnos en contexto, para medir  con posibilidades de éxito, el tamaño de la responsabilidad y la tarea encomendada.  Venezuela, a partir de 1.959, necesita  construir desde  la nada, un sistema democrático que oriente su destino, luego de tan largas y continuadas tiranías, y es, precisamente, cuando en forma sabia, mediante el voto manual, directo, secreto y transparente, el pueblo venezolano  decide entregarle a Rómulo Betancourt, las riendas del poder.

El análisis es histórico, complejo, delicado y real desde cuando Colón descubrió esta TIERRA DE GRACIA, a partir del cual, durante tres siglos hay  dominación del Imperio Español, lapso donde ocurren nada menos que los procesos de la Conquista y la Colonia. Luego la significación del esfuerzo bélico para liberar del yugo español, la Capitanía General de Venezuela y dos Virreinatos  más, que dejaron la nueva República en la más espantosa ruina. Acto seguido vinieron  las guerras intestinas de lucha, muerte, desolación, dictaduras y tiranías continuadas durante siglo y medio, a partir de la disolución de la Gran Colombia, el destierro y posterior muerte  de El Libertador  Simón Bolívar.

Sin duda alguna, a partir de estos acontecimientos, para perjuicio y dolor de todas las generaciones sucesivas, en nuestros registros mentales, en nuestra idiosincrasia, quedó grabada la figura imborrable del hombre a caballo, el olor a pólvora, el ruido de las armas, los desplantes arbitrarios del mandón de turno, las órdenes a gritos convertidas en leyes de obligatorio cumplimiento, así como las expropiaciones a juro “porque me da la gana”, las violaciones de todos los derechos al Ciudadano Común, el enriquecimiento ilícito anhelado por  todos los tiranos y sus grupos de amigos apegados al tesoro nacional, sin rendir cuentas a nadie, quienes asumen el poder como un derecho y  se lo turnan, muchas veces  sin cambiar  el color de sus banderas.

Así, con estos cuadros de tierra arrasada, de confrontaciones permanentes, de alevosos crímenes impunes, aventureros, capataces iletrados, auto ascendidos de repente a generales, cargados de engaños, de ofertas,  de prebendas bondadosas y de regalos, asumen el poder por la fuerzas de sus armas y aquella Patria que nació de justificadas  luchas por su Independencia y por su Libertad, gracias al sacrificio de todos los venezolanos sumados al valor de verdaderos héroes, quienes arriesgaron todo por darnos la Nación,  ésta fue convertida en botín de guerra de asaltantes de caminos, de farsantes que se pintan de perpetuos herederos de las glorias de la Patria.

Entre tales avatares y permanentes gritos de “sálvese quien pueda” que se escuchan en los pequeños y humildes caseríos asolados por guerras fratricidas, trascurre Venezuela por mas de siglo y medio, con sus generaciones perdidas en monumental atraso, sin avance alguno, sin progreso ni futuro, sin Estado Nación que marque rumbo, pero peor aún, sin principios ni valores, sin organización social y sin cultura.

Cuesta creer que en la segunda mitad del Siglo XX, la inmensa mayorías  de la población sobrevive sin conocer  agua potable,  ni sistema de encloacado en muchos centros poblados del País, y donde el baño es con totuma y se cocina con leña.  El ochenta por ciento, en el medio rural, jamás pasó por una escuela. Sólo en las Capitales conocían los hospitales. En los caseríos y Barrios, en la noche, un mechurrio o una vela. El liceo, es el Olimpo de los privilegiados y un lujo familiar tener un bachiller bajo su techo y antes de llegar la Democracia en 1959, estudios univesitarios solo se impartían en Caracas (U.C.V.), Maracaibo (L.U.Z.) y Mérida (U.L.A.), con alternativas en el Pedagógico de Caracas,  en la Escuela Técnica Industrial (E.T.I.) y en la Escuela Militar, época en la que imperaba “recluta” para el Servicio Militar Obligatorio, el cual era motivo de “vejámenes”, atropellos y abusos, adornados con el “Plan de Machete” por la espalda y “Pal Cuartel” de Orden Superior.

Es fácil entender ahora, el porqué regímenes tiránicos, que se autodesignaban mandatarios por  la fuerza y el terror, donde el mandón de turno y sus cuadros subalternos lo conformaban  militares, descuidaron el control del territorio el cual desconocían por completo, mantenían aisladas las regiones naturales, nunca existió estructura de Estado por carencia de cultura. A todos los niveles, la Soberanía Nacional y la Integridad Territorial, durante siglo y medio, fueron temas ignorados, al igual que las fronteras, desconocidas por completo y totalmente abandonadas. Sólo priva el Poder Político, el enriquecimiento sin medida ni control y tener a los secuaces y sus entornos, robando, satisfechos y felices.

El Interés Nacional y el Bien Común; las múltiples carencias y el dolor de la población civil, jamás merecieron atención preferente alguna por parte de las tiranías que existieron por montones. Desde el inicio de la vida independiente y durante mucho más de un siglo, la República de Venezuela jamás tomo posesión del Territorio Jurisdiccional perteneciente a la Capitanía General de Venezuela al concluir el poder del Imperio Español.

Esto explica, el desmembramiento de grandes extensiones de fronteras durante siglo y medio, lapso en el cual, nuestro territorio se fue achicando, por  vacios Institucionales del Estado Nación en la Guayana Esequiva; en la margen izquierda de Río Orinoco en el Amazonas, en la Guajira y en el Golfo de Venezuela; y el País Nacional, en el más espantoso abandono, con grandes desniveles en  el orden: Económico, Social, Político y de Seguridad de la Nación, en aspectos Jurídicos, Personal y de Bienes, los cuales esperan ansiosamente la mano redentora de la Democracia (del Latín demos= pueblo y Crasos=gobierno).

Esta es la historia que requerimos colocar en contexto con el tiempo y el espacio. La que necesitamos revisar, estudiar y aprehender para no volver a repetir estos cuadros dantescos, que Venezuela ha sufrido en demasía, por lo cual, no exageramos al calificarlos de TRAGEDIA NACIONAL. Esta debe dar fundamento al deseo inquebrantable, intransferible e indelegable de la Sociedad Civil Venezolana, en su desesperado afán de salir de la miseria y del atraso, a las que siempre  llevan las aberrantes tiranías.

 Así lo viví y así lo cuento.

José Moreno Zambrano.

Comentarios

  1. Interesante la ponencia real y crítica; ahora falta leer el "COMO" solucionamos la ancestral querencia del poder por los "forjadores de la patria" y la intensa e incontrolable pepera de los líderes civiles, de querer imitar en su permanencia en el cenit del poder público, a quienes lo han pisoteado

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  2. Interesante síntesis de nuestra historia. Impacta el atraso en la que estuvo y esta sumergida Venezuela.

    La ambición de poder, la imposición de ideales y enriquecimiento desmedido de los regímenes eclipsa y ha eclipsado la buena voluntad para alcanzar el progreso de nuestro país.

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