¡Venezuela convertida en un laboratorio!/Parte II

 

Capitán General Vicente de Emparan y Orbe y detrás el Padre Madariaga guiando la poblada Caraqueña. 

Ya en mi estudio, frente al escritorio, listo para abordar el presente tema, a las 06horas, el calendario me sorprende: sábado 23ENERO2021. Mi mente se traslada a los acontecimientos que viví sesenta y tres años atrás, cuando las extintas Fuerzas Armadas Nacionales, unidas con la Junta Patrióticas y las Fuerzas Vivas del País, dieron al traste con la última dictadura de nuestra historia Patria. ¡Así se decía entonces!

Esta entrega contempla aristas y variables de muy diversa índole. Un breve análisis sociológico ubicado  en contexto, nos dirá de donde vinimos y por qué estamos en situación de atraso y miseria, donde intencionalmente, nuestro País fue colocado.  Atrevido planteamiento que con temeridad asumo.

En MARZO1975, en un obligante vuelo de trabajo, VIASA me traslada Maiquetía-Lima; muy preciosa la mañana, techo alto y claro, dice el piloto, mientras por el altoparlante va explicando, sitios resaltantes que compruebo desde mi ventanilla izquierda.  A partir del Nevado Del Ruiz, en la vecina Colombia,  hasta Lima, siempre viendo nieves perpetuas del Sistema Montañoso Andino.

En NOVIEMBRE1985, trasladándome del Aeropuerto de Barajas-Madrid, rumbo al hotel, respetuosamente pregunto al taxista: “Por favor señor, qué significa para ustedes un “Capitán General”?. En su acento español muy bien marcado, como si fuera insolente la pregunta, me respondió despectivamente: “Pues valla hombre, ese es el comandante de la policía”. Desde entonces, entiendo que los conceptos de la Historia de Venezuela que aprendí  en la escuela primaria, normalmente no fueron  ubicados en contexto.

Es que la sociedad venezolana, muy temprano, desde sus inicios, asumió responsabilidades  que no le correspondían. Desde la jurisdicción de un Comando de Policía, en época de la Colonia, descalzos, sin camisa, muy pocos a caballo, pero la mayoría a pie, entre escarpados riscos, por caminitos, de precipicio en precipicio, nuestra sociedad civil, analfabeta,  por montañas con hielo perpetuo, primero se traslada al Nuevo Reino de Granada para darle libertad. Y luego, mucho más allá, hasta los campos de batalla en Ayacucho y en Junín, a independizar de España también, el Virreinato de Perú, gigantesco, rico y poderoso.

Logrado su objetivo, cubierto de gloria, con los triunfos patriotas de los venezolanos  en los campos de batalla, de los inmensos territorios del Alto Perú, El Libertador, creó Bolivia, y buscando fortalezas para hacerse imbatible, con la unión de tres Naciones hermanas, también ya liberadas del Imperio Español, creo la Gran Colombia. Pero, asesinado el Mariscal Sucre en la emboscada de Berruecos (Colombia), y su salud desquebrajada, El Libertador, no pudo contener las ambiciones del Factor Militar venezolano, que en busca de prebendas y poder, quería contabilizar muy cara la factura del esfuerzo bélico independentista, lo cual logra al expulsar definitivamente de Venezuela a Bolívar, y más aún, al separar Venezuela de la Gran Colombia y luego a su muerte  en 1830.

Desde aquel entonces la factura crece y se actualiza  cada vez con mayor intensidad. Este proceder, costó a la población civil de Venezuela, setenta años mas de luchas, montoneras, batallas permanentes, siguiendo caudillos a caballo, quienes sin serlo, se hacían llamar EL GENERAL. Es que querían poder, para hacerse ricos de la noche a la mañana.  Así Venezuela quedó totalmente arruinada, arrasados los campos, aniquilada la población  exhausta por tanto batallar, pero siempre siguiendo banderas y atendiendo engaños.  Así estaba Venezuela cuando el mundo recibía el Siglo XX.

Como si fuera poco, en 1899, desde los Andes vienen caminando hasta Caracas, los nuevos Generales, Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, formando a su paso por los pueblos, un ejército para tomar el poder e incorporar al Táchira al resto del País. Las relaciones del Táchira eran más cercanas con Bogotá que con Caracas, por cuestiones de distancia. Llegar a Caracas, se tomaba treinta y tres  días con pasaporte incluido, por la obligatoria parada en Curaçao y llegar a Bogotá eran siete días solamente.

General J. V. Gómez a la izquierda y el General Eleazar López Contrera Ministro de la Defensa a la derecha.

El General Andrade, Presidente de turno en Venezuela, huye despavorido y el General Cipriano Castro toma el poder. En JUNIO1903, el General Juan Vicente Gómez, vicepresidente, enfrenta en la Batalla de Ciudad Bolívar, al General Rolando con sus tropas, a quién posteriormente se le llama “el último hombre a caballo”. El Presidente Cipriano Castro, gravemente enfermo salió del País buscando salud. “El compadre” ocupa la Presidencia y con su estilo campesino, pacifica el País a sangre y fuego. Crea con sus leales, una policía de confianza, llamada La Sagrada, capaz de todo. Castro regresa al País y “el compadre”, Juan Vicente Gómez, le prohíbe la entra. Mientras tanto, Gómez, por treinta y seis años, maneja los hilos  el poder con puño de hierro.

Quien reclame algún derecho, cargado de grillos y cadenas, muere en el Castillo Libertador o en la Rotunda. Construye la Carretera Trasandina, a pico y pala,  desde Caracas a San Cristóbal, para cubrir ahora la distancia en cuatro días. El diez y siete de Diciembre de 1930, con motivo del centenario de la muerte de El Libertador, inaugura el Monumento en el Campo de Carabobo, en recuerdo de la Batalla y anuncia el pago total de la deuda contraída con naciones europeas para cubrir gastos ocasionados en la Guerra de Independencia.

Al Morir Gómez en 1937, sus lugartenientes no encontraron ni las llaves, ni la puerta de salida de Miraflores y asume la presidencia, quien era su Ministro de la Defensa, General Eleazar López Contreras, quien entiende su papel de transición, fija lapso alternativo de gobierno en cuatro años y su política de: “calma y cordura”, prevalece sin contratiempo alguno y elimina el sanguinario cuerpo policial “La Sagrada”, creando La Guardia Nacional para la protección y seguridad en el medio rural y en las fronteras del País.

Al vencerse el plazo en 1942,  asume la Presidencia el General Isaías Medina Angarita, quién sorprende por su estilo democrático de gobernar a pesar de su origen militar y declararse la segunda guerra mundial, con Hitler invadiendo Países Europeos. Medina ejerce un gobierno de libertades y decencia, con Ministros honestos, serios, de experiencia y preparación para sus respectivos  cargos, permite el libre ejercicio de los partidos políticos y garantiza a las tropas aliadas el suministro petrolero permanente.  Para remplazarlo en el poder es nombrado el Embajador de Venezuela en USA, Dr. Diógenes Escalante, digno representante venezolano de la Sociedad Civil del Siglo XX, quien presenta problemas psiquiátricos que ameritan tratamiento. Se genera un golpe de Estado el 18OCTUBRE1945 y una Junta de Gobierno presidida por el Sr. Rómulo Betancourt y donde se encuentra como integrante el Coronel Marcos Pérez Jiménez, toma el poder.

La Junta de Gobierno nombra un Consejo Electoral, el cual  establece un proceso electoral con el voto universal, directo y secreto, donde por primera vez la mujer vota. El triunfador de éste proceso, es el Sr. Rómulo Gallegos, insigne escritor de la novela Doña Bárbara y meritorio maestro, quien obtiene el mayor porcentaje electoral de la historia. Asume la Presidencia en 1946, pero dos años después, el 24NOVIEMBRE1948, es depuesto por una Junta Militar de Gobierno, Presidida por el Coronel Carlos Delgado Chalbout, quien dos años después es asesinado y el Coronel Pérez Jiménez asume ejecutivamente la Presidencia de la República.  De esta forma se instaura una nueva dictadura militar.

Así el País continúa “del tumbo al tambo”, después de consumir siglo y medio detrás de caudillos a caballo, que dicen ser mesías y Venezuela sigue sin consolidar, en lo absoluto, una estructura social de orientación civil y de avanzada.

Sólo en el Siglo XIX, los mandones de turno permitieron que el Dr. José María Vargas, dados sus dotes de intelectual, de valía y de decencia, como Miembro de la Sociedad Civil, pueda  ejercer la Presidencia de la República por dos años, pero, eso sí, siempre asediado por “los carujos” con armas y uniformes, queriendo eliminarlo.

Así sobrevive la Nación, entre avatares, frustraciones, engaños repetidos y esperanzas, sin poder lograr superar el atraso; sin consolidar su educación, para vencer el noventa porciento del analfabetismo; sin instituciones, sin cultura, ni hospitales, ni servicios, que digan algo de una sociedad que va en ascenso; tampoco se conocieron Poderes Público que trabajen por el Bien Común de los venezolanos, ni por el Interés Nacional.

En medio de tantas circunstancias adversas, algunas familias, arriesgándolo todo, con trabajo honesto y grandes esfuerzos, logran cultivar café y cacao, el cual comercializan o lo exportan,  cuyo producto les permite enviar a alguno de sus hijos a Europa,  para prepararlo intelectualmente. En forma despectiva y como burla, son llamados “grandes cacaos”, para que de esa manera,  sigan imperando los abusos de poder, la ignorancia en las clases dominantes y la barbarie.

Cuánta razón tuvo entonces, aquel conductor de taxi en Madrid, cuando dijo: “Pues vaya hombre, el Capitán General es el Comandante de la Policía”, sólo que, el último Capitán General que tuvo la Capitanìa General de Venezuela, en Caracas, de apellido  Emparan, en ABRIL1810, demostrando inteligencia, sensatez y decencia, como  frase lapidaria al final dijo: “Si no quieren mi Gobierno, yo tampoco quiero mando”, dando una gran lección para los gobernantes venezolanos  del futuro.

¡Así lo entendí, lo viví y así lo digo!

José Moreno Zambrano.

 

Comentarios

  1. Gracias por sus enseñanzas, he aprendido muchísimo de nuestra historia a través de sus artículos, y me siento orgullosa por contar con personas como usted en nuestro país. Es asombroso como un país con tanta riqueza lleno de una naturaleza tan bondadosa ha sido tan maltratado por sus propios hijos, es como si lleváramos a cuesta un karma muy fuerte. Hemos tenido de todo en quienes tomaron el poder por la fuerza o por decisión de la gente, pero esto que nos ha pasado en estos últimos 21 años, se sale de todo parámetro, son escorias, era inimaginable tanta maldad junta. Solo nos queda seguir implorando a Dios todo poderoso, que se haga justicia en Venezuela!

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    1. Gracias a usted mi apreciada Raquel, por leerme y comentar siempre, aunque no responda con la velocidad deseada. Dios esta con nosotros y confiado en Él, vendrán tiempos mejores. Un saludo afectuoso!
      José Moreno Zambrano

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