¡GUASINA, la Isla del terror!

                 Preso con pernos en los tobillos a modo de grilletes.


A finales de AGOSTO 67, cumplida totalmente la Agenda de la Misión Científica U.L.A. (Universidad de los Andes) – Universidad de Amsterdam-Holanda, para estudios de Vegetación en el Territorio Federal Amazonas-Venezuela y planificado previamente con la Fuerza Aérea Venezolana, día y hora de regreso a Mérida, sobraron setenta y dos horas para tareas no previstas. Decidimos hacer un reconocimiento a la Cuenca Media y Baja del Orinoco.

Solicitamos al Tte. (G.N.) Montilva Méndez, Comandante Militar en todo el Territorio Federal, la factibilidad y apoyos necesarios. Su opinión  es favorable, previa consulta de opinión al baquiano y motorista Guardia Nacional Kamico.

Otorgada la Buena Pro, procedimos en consecuencia a equiparnos debidamente para el viaje. Diseñamos Plan de navegación desde Puerto Ayacucho hasta la desembocadura del Rio en el Océano Atlántico y de regreso inspeccionar algún punto de interés. Al salir el sol con Dios partimos desde Puerto Ayacucho en el inmenso y profundo remanso, después de los raudales de Atures y Maipures.

Por la margen derecha, es imperturbable la vegetación tupida del ARCO GUAYANES; y al avanzar, por la margen izquierda, el panorama cambia totalmente. A poco recorrido, el impetuoso Meta que desde Bogotá y Villavicencio viene recogiendo sedimentos, cruzando selvas, entrega su caudal teñido de amarillo, al Orinoco.

Desde la desembocadura del Meta que marca frontera con Colombia, se impone otro tipo de cobertura vegetal que identifica plenamente al Estado Apure. Es la llanura infinita, solo interrumpida por pequeños y distantes entre sí, lunares de vegetación mediana y alta, los cuales el llanero llama: “MATAS”, especie de oasis donde suele haber agua estancada con vegetación tupida y rica fauna.

Para disfrutar esta belleza, necesitamos visión binocular a fin de detallarla desde el bongo. Algunos venados pacientemente pastan y chigüires tendidos al sol con garzas a su alrededor limpiando su pelaje. También revolotean, muchas aves de colorido plumaje. La mente vuela. Imagino a Doña Bárbara, dueña y señora de estos parajes realengos e infinitos, donde se impone con voz fuerte, rostro severo, ceño fruncido y desde su caballo, hace sonar “el fuete” para imponer sus órdenes. Y aquel rancho de paja a la distancia, parece cobijar a Gallegos cuando grafica la Venezuela indómita. La realidad vuelve a controlar mi mente.

El ruido del motor del bongo disminuye. Kamico sabe que viene un nuevo Río, a desembocar por la margen izquierda y con su peculiar forma de hablar, grita: “Shinaruco”. El Sinaruco con gran caudal. Es pleno invierno.

El viaje sigue raudo. Viene el Capanaparo. Los dos  nacen en la SIERRA DEL COCUY, estribación de los Andes Colombianos con sus  nieves eternas. Estos Ríos son paralelos entre si y ambos con el Meta. El llano sigue con su infinita grandeza. Algunos indios Guahivos  pescan, a lo lejos tienen sus bohíos. Al ver el bongo gritan saludando a Kamico y piden sal.

Viene el Rio Arauca Bi-nacional desde su origen y es frontera a lo largo de trescientos cincuenta Kilómetros. Rio de aguas caudalosas con mucha fuerza. Al recibir las aguas del Arauca, el Orinoco cambia su rumbo parcialmente hacia el Este y aparecen una manada de toninas (delfines de agua dulce) que recuerdan a “Fliper”. Son aproximadamente cuarenta que van delante, marcando el rumbo del bongo; aparecen y desaparecen en el agua como si jugaran. Un verdadero espectáculo que entretiene en medio de aquella repetición del paisaje solitario y bajo el sol inclemente.

Luego, nos encontramos con el Rio Apure, recolector de aguas que a borbollones brotan de los Andes y buscan la gigantesca cuenca ORINOQUENSE, a la cual se suman todos los Ríos y quebradas que vienen atravesando el centro del país desde la Cordillera de la Costa, para aumentar en forma inconmensurable su caudal.

Pasamos por pequeños pueblos y algunos caseríos que acusan su pobreza. Así, llegamos a Cabruta, al sur de Guárico y al frente por la margen derecha, Caicara del Orinoco, donde existe una gabarra que lleva pasajeros y carga para atravesar el Orinoco de orilla a orilla. Más abajo, Ciudad Bolívar, que no tiene el desarrollo que debería tener como capital de Estado Bolívar, extremadamente rico.

Cosa distinta, se puede apreciar en Puerto Ordaz. En su puerto se ven barcos con diferentes banderas, que hablan de una actividad comercial dinámica.  Inmediatamente, el Río Caroní, brioso, con fuerza palpable y color ferroso característico. Se observa a partir de la desembocadura del Caroní en el Orinoco un fenómeno increíble; en longitud, tal vez, de cien kilómetros aguas abajo, las aguas de estos dos Ríos poderosos no se mezclan y corren perfectamente diferenciadas, por la margen derecha el Caroní de color acerado y por la margen izquierda el Orinoco turbio y amarillento.

Bajando por el centro del Río, observamos, que al se divide, dejando en medio, una gran Isla. Por el lado norte de ella, al lado izquierdo, se forma el llamado Caño Mánamo. De este surgen incontables caños que conforman Islas e islotes que constituyen el Territorio Federal Delta Amacuro, así entrega sus aguas al Océano Atlántico con un frente marino similar a la distancia entre Caracas y Barquisimeto, que constituye el Delta del Orinoco. Así mismo, por el sur de la Isla, se va una buena mitad del Río Orinoco que es llamado Río Grande, el cual con Rumbo -Franco al Este, también rinde cuenta con sus aguas al Océano Atlántico, al sur del Delta.

Tomamos el curso de Rio Grande y con mis binoculares observo anormalidades en los troncos y en las ramas de los árboles de mayor tamaño en la Isla que divide al impetuoso Orinoco.  Inmediatamente le pregunto a Kamico, con señas: ¿Qué es eso?. Kamico disminuye la velocidad del bongo. Con terror en sus ojos me dice: “ila Guasina mala. Muchos muerto”. Al lado derecho, observo una población que según él se llama: “Sacupana”.

Seguimos Rio Grande abajo, buscando la salida al Océano. Llegamos a una Isla llamada Curiapo, población más lejana al oriente del país. Hay un pequeño puerto,  atracamos en el y allí flamea una bandera tricolor en el Puesto de la Guardia Nacional. Nos recibe atentamente un Sargento al mando de cinco Guardias Nacionales y al frente vemos en toda su magnitud el Océano Atlántico. Allí el Rio Grande con toda su fuerza, penetra en el Océano como en una lucha frontal que el mar domina. El Sargento gentilmente nos ofrece albergue, el cual agradecemos. Guindamos las hamacas y compartimos alimentos.

.Sorprendido y en silencio reflexiono: desde Puerto Ordaz hasta la Isla de Curiapo en el Océano Atlántico, en distancia similar a la que hay de Caracas a Maracaibo en línea recta, sólo existe un pequeño Puesto de Control y Vigilancia en medio de aquella inmensidad de riquezas por cuidar. Es altamente preocupante por la indefensión absoluta que Venezuela allí demuestra.

Al amanecer, el sol aparece lentamente en el horizonte, casi al alcance de la mano. Nos despedimos agradeciendo al personal de la Guardia Nacional e iniciamos el viaje de regreso por Rio Grande.

A escasos veinte Kilometros de Sacupana, en medio de aquel caudal de incalculables proporciones, el motor comienza a fallar y pistonea hasta apagarse por completo. Imposible disimular el miedo. Miro hacia la izquierda y no veo orilla; miro hacia la derecha y tampoco veo orilla. Ni un árbol, ni una palma, ni un cerro. Las olas del Rio y el viento cumplen su papel y contribuyen con la causa, moviendo el bongo hacia arriba y hacia abajo, como si fuera una hoja seca en medio del mar.

Kamico no se inmuta. Con las manos abiertas estira sus brazos hacia adelante, llamando a la calma y nos da sosiego. Suelta los lazos que amarran la carpa, que como cobertizo nos da sombra. La dobla como una servilleta y la coloca a lo largo del bongo. Se quita la camisa, las botas del uniforme y ajusta la correa de su pantalón. Se lanza al agua, mientras nosotros lo miramos con total asombro. Se pierde debajo del bongo. De repente, sentimos que el motor se levanta. Vemos los brazos de Kamico, empujando el motor y lo dobla hacia cubierta. El Río tiene una profundidad allí superior a 30mtrs. De la caja de herramientas saca unas llaves y comienza a desarmar el motor, pieza por pieza. Las coloca sobre la carpa meticulosamente en orden, en fila. Luego regresa y busca una pieza pequeña. La sopla fuertemente tres veces y la coloca en su lugar, nuevamente. Comienza  a armar de nuevo el motor con el mayor cuidado. Al halar el cable cebador, el motor prende como si fuera de fábrica. Comenzamos a aplaudir frenéticamente y a darle gracias a Dios.

Seguimos la marcha Río arriba y a la izquierda divisamos el pequeño pueblo Sacupana. Yo, loco por visitar Isla Guasina y conocer su misterio. En este pueblo Kamico es muy conocido; todos los saludan y él sonríe. En su idioma, Kamico habla con un amigo de la misma etnia y lo llama Kautimo, quien vive en Orocoima asentamiento indígena cercano, dentro de la Reserva Forestal de Imataca, tres millones doscientas mil hectáreas, similar en extensión al Estado Anzoátegui. Kautimo vende casabe y algunas prendas que él fabrica con piedras de colores y semillas. Todos compramos piezas como recuerdo del viaje. Saludamos a algunos habitantes. Son muy cordiales y se nota que es gente proveniente de ciudad.

Me presentan al Sr. Gonzalo. Es el habitante de mayor edad. Le comento que deseo conversar con él. Amablemente busca dos sillas de madera y las coloca debajo de una mata de mango. Orgulloso me dice que él mismo lo sembró al llegar. Es un árbol ya desarrollado. Le comento que deseo visitar Guasina. De sus ojos le brotaron lágrimas de dolor. Lo consuelo.

“En 1955 mi señora y yo, vinimos de Barquisimeto detrás de nuestro hijo Gonzalito, quien estuvo preso aquí y murió en Diciembre de 1957, escaso un mes antes de volver la libertad a Venezuela el 23 Enero 58.

El 28 ENERO 58, cerraron la cárcel. Vino un barco con unos Oficiales, liberaron los presos y apresaron los torturadores, los sicarios y los Jefes de este infierno. Ese día, fue de fiesta en Sacupana, todos lloramos; unos de alegría, los que ya se iban de regreso. Otros como María y yo, lloramos a nuestro hijo, a quien desde Barquisimeto, nunca más lo vimos. Este pueblo lo fundamos esposas, padres e hijos  de los “presos políticos” de la dictadura. Vinimos de muchas partes del País, quienes en el desespero por el cautiverio injusto, averiguando pudimos saber donde los tenían secuestrados y así, llegamos a este insólito lugar”.

En silencio escucho el relato de Gonzalo. Sus palabras salen del alma, y con lágrimas de sangre continúa:

“Nadie mide el llanto de los familiares por el recuerdo del sufrimiento de sus seres queridos; ni cuántos niños de hambre y enfermitos murieron porque a su papá se lo llevaron preso, por “pensar distinto.

Ese día, como locos los habitantes de Sacupana gritaban: ¡LIBERTAD LIBERTAD LIBERTAD! Con banderas en la mano se abrazaban. Nuestra música sonaba en todos los rincones con el máximo volumen.

Entonces María y yo, decidimos quedarnos. Ya el régimen dictatorial había asesinado el futuro de nuestro hijo y el de nosotros. Aquí seguimos y en aquel cementerio, al lado de María, estaré yo. Luego me describe lo que era Guasina.

Esta cárcel fue creada en JULIO 52, construyeron calabozos, patios, barracas, lugares de tortura y un pequeño puerto. Tiene treinta y dos Hectáreas en medio del Orinoco. Cuatro Kilómetros de ancho y ocho Kilómetros de largo. El primer contingente fue traído en el vapor “Guayana” con cuatrocientos cuarenta y seis presos políticos que vinieron desde varias cárceles del país. Mi hijo siendo un niño, era el Presidente del Centro Estudiantil de su Liceo en Barquisimeto. Por eso fue hecho preso.

Este fue el primer campo de concentración que ha existido en Venezuela y era dirigido desde Caracas por Pedro Estrada y Miguel Silvio Sanz. Allí aplicaban graves torturas y ponían pernos como grilletes en los pies. Quien moría, lo tiraban al Río. A éste campo de concentración enviaban a los más sanguinarios esbirros, para imponer torturas e infundir terror. Nadie más volvió a pisar la Isla”.

Llamo a Kamico para conversar con él. Quiero abrir un espacio y poder atracar el bongo en la Isla. Él me comenta: “Allí espíritu malos. Matan gente. Espíritu malo estar allí”. Me explica Gonzalo, que para los indígenas, la muerte “no natural” es porque un espíritu maligno se posesiona del asesino. Aún por las noches se escuchan gritos de dolor de aquellos presos. Finalmente convenzo a Kamico para que se haga acompañar de Kautemo y entre los dos hagan la tarea.

Dos horas después, Kamico y Kautemo regresan a Sacupana con la tarea cumplida. Nos despedimos de todos y partimos a visitar Guasina. Logramos atracar. El sitio es tenebroso de verdad, allí se siente en el ambiente las cargas negativas resultantes de tantos y tan graves sufrimientos padecidos por quienes sin delito alguno, solo por pensar distinto, tan injustamente entregaron sus vidas buscando libertad para todos los venezolanos.

Kamico se quedó en el bongo y se negó a poner pie en la Isla. Ciertamente, la  selva se comió la Isla. Los árboles más corpulentos en su crecimiento arrastraron y se llevaron en sus troncos y en sus ramas, pedazos de paredes, trozos de mamposterías, puertas de hierro y bloques de ladrillo con cemento. Impresiona a quien lo ve. El lugar es desagradamente húmedo, ciénagas que se convierten en cada crecida de rio, en criadero de zancudos y alimañas. El olor nauseabundo del material orgánico podrido es casi insoportable. En realidad nadie volvió más nunca a este sitio terrorífico.

Acto seguido, emprendimos la marcha a toda máquina de regreso a Puerto Ayacucho. El ruido del motor no deja conversar, pero a la vez, permite meditar. En mi reflexión tomo conciencia que el Rio Apure al desembocar sus aguas en el Orinoco, los dos, unidos, constituye una SUPERAUTOPISTA de agua dulce superior a mil kilómetros en línea recta en el sentido Oeste-Este, desde Guasdualito hasta Curiapo; de ancho, como referencia, tiene aproximadamente el espacio de cuarenta canales vehiculares.

A cada lado del Rio, podría haber múltiples Ciudades, grandes Puertos, desarrollos hidroeléctricos, agua potable suficiente para toda Venezuela, grandes sistemas de riego, turismo, solaz y .esparcimiento. Este  inmenso caudal de AGUA DULCE, que es el recurso estratégico más importante sobre la faz de la tierra después del ser humano, perdiéndose sin uso en la mitad de la geografía Nacional. Necesita y merece estudios técnicos serios y profundos para los fines del Desarrollo Nacional, porque Venezuela pierde cada segundo decena de miles de metros cúbicos, que se van al Océano Atlántico sin uso y que bien podrían servir de beneficio a la Nación venezolana.

La cuenca del Orinoco es integrada por el ochenta por ciento del Territorio Nacional y un cuarenta por ciento del Territorio Colombiano. Tenemos más de treinta millones de hectáreas de suelo aptos para la agricultura y ganadería; esta inmensidad de llanura que hay en Venezuela, en gran medida se quema por falta de uso, porque necesita desarrollo sostenido y agua hay para eso. Ya Dr. Uslar Pietri sabiamente lo recomendó en los primeros años del cuarenta, cuando siendo Ministro de Educación nos recomendó: “Hay que sembrar el Petróleo”.

Duele observar decenas de caseríos y pequeños pueblitos de miseria, abandonados a su suerte, a la orilla del tercer Río más grande del planeta tierra y detrás de estos pequeños pueblos existen treinta millones de Hectáreas aptas para agricultura y ganadería. Qué lástima que Caracas geográfica y mentalmente este tan lejos del resto del Territorio Nacional. ES QUE DE VERDAD SOMOS SUB DESARROLLADOS POR MERECIMIENTO PROPIO.

Ya en el Comando de la Guardia Nacional en Puerto Ayacucho, le es tramitado un permiso de quince días a Kamico por Mérito y por la excelente contribución al éxito de la Misión. Vimos como guardó su uniforme y salió con su traje indígena: Guayuco, arco y flecha, penacho de plumas en la cabeza y un brazaletes de colorido plumaje en el brazo derecho, rumbo al Cerro Autana a visitar a su familia en medio de los Rios Cataniapo y Carinagua donde tiene su “churuata”.

¡Así lo viví y así lo cuento!

 

Rindo homenaje de Admiración y Reconocimiento:

Al Guardia Nacional Kamico quien durante los meses de JULIO-AGOSTO 67 con su disciplina, esfuerzo, dedicación y abnegado servicio en el cumplimiento del deber, contribuyó en forma admirable al éxito de la Misión Científica U.L.A – Universidad de Amsterdam.

Sin el valioso aporte de éste formidable servidor público era imposible llevar a feliz término los objetivos propuestos.

 

José Moreno Zambrano.

 

 


 

Comentarios

  1. Me encantó el relato, sorprendida con Kamiko. Cómo las historias se repiten al pasar los años. Gracias!

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  2. Gracias por tus gentiles palabras, Mary! Kamico es un personaje dentro de la Guardia Nacional en la Zona y se la conoce como la palma de su mano. Gracias por tu comentario y me anima a escribir! Bendiciones para todos por tu casa!

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  3. Gracias José por compartir tus vivencias y tú conocimiento , tus relatos merecen convertirse en un libro. Voy conociendo Venezuela cada domingo , viajo y me instruyo con el mejor profesor . Que pluma José , felicitaciones por eso u por la capacidad de tu memoria , me enorgullece ser tu amiga. Un gran abrazo .

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    1. Muchísimas gracias apreciada amiga por tus palabras. Me llenan de alegría y motivación para seguir escribiendo! Un abrazo fraterno.

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  4. Otra vez quede extasiado con la narrativa y la generosa descriptiva del ese ambiente desconocido por muchos venezolanos. Sentí en la lectura estar envuelto y cautivo en una selva indómita, estar sentado en el bongo y apreciando la forma como se iban incorporando los diferentes afluentes al cauce principal, percibir el hedor en Guasina y hasta las picadas de los mosquitos; así como imaginé construcciones perdidas en lo profundo de la selva, cubiertas de vegetación.
    Siempre había escuchado hablar de Guasina como centro de encarcelamiento de personas que discrepaban en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, pero me impresionó, más cuando le menciona como el primer centro de concentración de Venezuela, perdido en la selva.
    Realmente disfrute la lectura y la forma como entremezcla lo real con la imaginación. Me refiero a narrativas y descriptivas como estas. "Para disfrutar esta belleza, necesitamos visión binocular a fin de detallarla desde el bongo. Algunos venados pacientemente pastan y chigüires tendidos al sol con garzas a su alrededor limpiando su pelaje. También revolotean, muchas aves de colorido plumaje. La mente vuela. Imagino a Doña Bárbara, dueña y señora de estos parajes realengos e infinitos, donde se impone con voz fuerte, rostro severo, ceño fruncido y desde su caballo, hace sonar “el fuete” para imponer sus órdenes. Y aquel rancho de paja a la distancia, parece cobijar a Gallegos cuando grafica la Venezuela indómita. La realidad vuelve a controlar mi mente".
    Otro aspecto porque es difícil dimensionarlo en la mente, la extensión de esa zona, la volumetría de agua dulce que se desperdicia, los otros recursos no aprovechados por Venezuela en pro del desarrollo de su gente. En ese ejercicio de dimensionamiento, sentí molestia, frustración….... una cantidad de sentimientos encontrados, y más cuando recuerdo la destrucción actual de nuestra flora y fauna, y el abandono de nuestras industrias primarias en el área y del sistema hidroeléctrico del país. Gracias por hacerme sentir sus vivencias, a través de su pluma.

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    1. Que decirte por tus generosisimas palabras, Sr. Radames. Con la emoción que describes mi relato, con tu buena pluma para expresar tu sentimiento, con tu sinceridad, solo me queda darte las gracias con mucha humildad. Esa es mi idea, que yo disfrute escribiendo mis anécdotas y ustedes disfruten leyendo. Agradecido me despido!

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  5. Uno se transporta la sitio, ya debieran escribir el guión para el cortometraje

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  6. Apreciado Jose: sus lineas, permiten conducir la imaginacion y la realidad, a espacios desconocidos, que solo usted con sus vivencias y acertada narrativa, nos hace conocer.
    Al ubicarme en ese momento de su vida, la admiracion es inmensa tanto, como esos espacios recorridos en el bongo que le transporto por extensos parajes.
    Vaya mi respeto y admiracion. Hombres como usted; brillan y enaltecen nuestra Patria escribiendo realidades, que hacen historia.
    Honor a quien la merece.
    Mi admiracion y de mi familia, por siempre.
    Eucaris de Borrero

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    1. Solo puedo decirte gracias por tus palabras tan generosas. Las recibo con absoluta humildad de corazón querida Eucaris. Esa era mi idea, que los lectores como tu se monten en el bongo que magistralmente conducía Kamico para conocer esa inmensidad de tierra regalo de Dios para todos nosotros. Recibe un afectuoso abrazo y mi bendición para tus hijos.

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  7. Una vez más quedo encantada de leer su relato, en el que no solo nos cuenta una anécdota vivida, sino que nos deja maravillados de conocer a través de usted la grandeza de nuestro pais, nuestra geografía y también de nuestra gente. Me pregunto una vez más, porque nuestro destino como nación ha sido pasar por todo esto, cuando hemos podido ser el mejor país del mundo

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    1. Apreciada Raquel, gracias por tus palabras, como siempre me estimulan a seguir escribiendo! Te había dado respuesta días atras, pero la tecnología jugó en contra borrando lavrespuesta. Recibe un cordial salufo

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  8. Tío. ..Es una gran lástima que esos Servidores Públicos Paridos en esta tierra tan hermosa ...hoy ya sean muy pocos el mal llamado desarrollo ha dejado a nuestra hermosa Patria sin ellos no hay generación de ese relevo...primero el Oro Negro y ahora la dolarizacion ha provocado estancamieno y la paralización más asombrosa.....Los que en aquella isla sufrieron y murieron años atrás descansan de tsnto hortor y sufrimiento pero en el actualmente de una u otra se ven horrores muy similares....Y muchos de nuestros jóvenes han caído en medio de esta muy similar ciudad del terror...donde Muchas madres de una u otra forma hemos derramado lágrimas por los horrores en que el dominio de ambiciones adquiere poderío. ...Dios bendiga tu capacidad de narrativa y asi nos des a conocer tus vivencias en nuestra tierra bendita. Te quiere y pide bendigaas. .Tu sobrina Laura Colmenares Moreno. Maracaibo Estado Zulia hoy en fecha respectiva.

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    1. Dios te bendiga Laurita. Gracias por tus palabras. Así es, tal cual lo expresas. Recibe mi bendición!

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  9. Excelente relato estimado Cnel. Con abundantes detalles de una parte de nuestro país y de su historia sepultada en el olvido.

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  10. Don José, primero que todo siempre impresionado por los lugares que ha recorrido en su vida y por la ambigüedad en cómo se desenvuelve esta historia. Por un lado su relato de las maravillas que brinda la naturaleza que envuelve el Orinoco con sus extensos kilómetros de carretera azul, vegetación y población indígena, la infaltable escena de suspenso en la lancha ( que por no decir que tiene una suerte por salvarse de estas situaciones, sino que también siempre está en buena compañía de gente con habilidades excepcionales) y por otro lado la triste historia que convoca la creación de este campo de prisioneros en la isla de Guasina. en mi opinión como lector, por más sufrimiento que se haya inflingido en ese lugar y los seres queridos que padecieron su muerte allí, la naturaleza recuperó su autoridad una vez que esa prisión cerró sus puertas, comiendo sus muros y todo rastro de aquella maldad, lo fuerte que es la vida y la vegetación que predomina incluso más que la muerte.

    Un agrado siempre poder leer sus historias y que lástima que no existan proyectos para utilizar estos bellos recursos que el Orinoco brinda a la tierra de su país, un abrazo grande desde Chile.

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