!Uverito, una selva venezolana con olor a pino!
A partir de 1971, desempeñando el cargo de Director del Servicio de Guardería de los Recursos Naturales Renovables (R.N.R.) y de Ambiente, en la Comandancia General de la Guardia Nacional-El Paraíso-Caracas, logro vinculación con personalidades y Organismos Oficiales y Privados, encargados de diseñar y ejecutar Políticas de nivel Nacional y Regional, para la administración, conservación, protección y manejo del Ambiente y de los R.N.R.
En OCTUBRE1971, recibo invitación del Sr. Presidente de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, Dr. Ramón Aveledo Hostos, para participar como ponente en el curso: “Fundamentos para la Conservación de Nuestra Naturaleza”, el cual es coordinado por el Dr. Leandro Aristeguieta, profesor, botánico e investigador muy afamado en medios académicos. Allí expongo el tema “Fundamentación Legal de la Guardería Ambiental y el Ámbito de su Misión Policial”.
También asiste como invitado, el Dr. J.J. Cabrera Malo, quien presenta la ponencia:”Plantaciones Forestales a Gran Escala y el Proyecto Orinoco de la C.V.G.”. A este mismo evento, entre varios otros expertos, asisten: El Dr. Tobías Lasser, Director del Jardín Botánico de Caracas; y el Ingeniero José Rafael García, propulsor de la creación del Parque Nacional “El Ávila”. Quien hizo su estudio y lo presentó oportunamente para su aprobación.
Mucho interés despertó en mí, la presentación del Dr. Cabrera Malo, por la magnitud y lo ambicioso de este programa de plantaciones y por el requerimiento de bastantes proyectos de investigación previos, a los fines de establecer una plantación de grandes proporciones para producir pulpa para papel en Venezuela. Al final del evento recibo gentil invitación del Dr. Cabrera Malo, para visitar Uverito, al sur del Estado Monagas, donde se había comenzado la ejecución del programa de plantaciones forestales.
En ENERO1972, coincidencialmente, el Sr. Ministro de Agricultura del Perú, Gral. de División Enrique Valdez Angulo, llega a Venezuela en visita oficial, como invitado especial del Sr. Ministro de Agricultura y Cría de Venezuela, Dr. Manuel Rodríguez Visso. El ministro visitante, viene acompañado del Ing. Agrónomo Tarazona, Director General del Despacho y del Dr. Durayanick, Director de Bosques de la República del Perú, función ésta que también, como en Venezuela, está adscrita al Ministerio de Agricultura de aquel País.
El Dr. Rodríguez Visso solicita al Comandante General de la Guardia Nacional Gral. Lucio Cárdenas Ramírez, quien me asigna en Misión de Servicios para que acompañe y asista a los ilustres visitantes, en representación del Despacho de Agricultura y Cría, durante su recorrido por diversos lugares del País. En reunión efectuada en la Embajada del Perú, se elabora la agenda respectiva: 1. Visitar los sistemas de riego “Turén y El Cenizo”, en el Estado Portuguesa. 2. Observar plantaciones de oleaginosas en los Estados Portuguesa y Cojedes. 3. Visitar asentamientos campesinos en el Estado Barinas y 4. Recorrer plantaciones forestales en Uverito Estado Monagas.
En Turén, atendidos por el Director Regional de M.A.C. recorrimos los sistemas de riego en total funcionamiento y plena producción agrícola: sorgo, maíz, arroz, girasol, leguminosas, algodón, caña de azúcar, en extensiones de decenas de miles de Hectáreas, hasta donde se pierde la vista en el horizonte. Sorprenden las proporciones gigantescas asistidas por estos sistemas de riego. Los técnicos a cargo de cada tarea explican a detalle las formas de administración, mantenimiento y control del riego. Sorprende la experiencia y conocimiento de estos especialistas para cubrir las tareas.
En Barinas, visitamos tres asentamientos campesinos. Su organización, misión, conducción, formas de asociación de los campesinos y seguimiento de los postulados de la Ley de Reforma Agraria, bajo el control de I.A.N.. El Ministro y el asesor técnico de Perú, se mostraron muy interesados en estos temas, fundamentalmente en su función organizativa y en los sistemas de manejo de la estructura campesina.
Con el hermoso y tempranero sol de la mañana en el llano, emprendemos vuelo desde Acarigua hacia Uverito, al sur del Estado Monagas, en el oriente del País. El cielo azul celeste, sin una nube que se le atraviese, volamos casi la mitad del País. Vuelo apacible, que calma un poco la emoción que despierta la maravilla de terreno que visitaremos y que ocasiona el máximo interés profesional por la significación del Proyecto Orinoco, que con tanto entusiasmo adelanta la C.V.G.; por el factor pedagógico que conlleva su éxito en materia ambiental y el alto interés nacional que reviste para la diversificación de la economía venezolana.
Al aproximarnos al destino, tanto el Dr. Durayanick como yo, nos emocionamos al ver, cómo una mancha de verdor, va dominando la gigantesca extensión de terrenos semidesérticos. El contraste entre: el azul del cielo, el verde intenso de la plantación de pinos y las cuadrículas que hacen las calles y avenidas de tierra seca, son indescriptibles. El fuerte sol de brillo sin igual de la zona oriental, le da un matiz único a esta parte del territorio venezolano, totalmente inhóspito, no habitado.
En medio de la emoción, le pido al piloto que por favor efectué nuevamente un vuelo alrededor de estos terrenos baldíos e inútiles, los cuales, van a ser transformados y convertidos en frondosos bosques hechos por el hombre. Así tomaremos conciencia de la magnitud del terreno y del Proyecto, en presente y futuro, donde seguramente va a existir, además del desarrollo económico y social, existirá fauna silvestre y avifauna, que enriquecerán estas tierras baldías, dándole un valor mayor a este inmenso territorio que existe al sur de Anzoátegui y Monagas.
Al descender del avión, en la pista aérea del Centro Administrativo de la C.V.G. en Uverito, eufórico y con la gran amabilidad que lo caracteriza, el Dr. Cabrera Malo nos espera al pie de la escalera y nos da la bienvenida. Lo felicitamos por la obra de convertir el desierto en un oasis, en sólo tres años de realizaciones, lo cual, sin duda alguna, es un acierto inédito. Somos trasladados y ubicados en “motor home” especiales para huéspedes; debemos prepararnos para una reunión.
El Dr. Cabrera Malo, en la sala de conferencias tapizada con fotos aéreas de la plantación, con una gran mesa de madera de pino y una vista hacia la plantación, nos comunica la agenda: reconocimiento del terreno; las comparaciones a detalle entre el área natural y el ambiente creado; los proyectos de investigación que se han realizado; visita: a las áreas de trabajo y los viveros; exposición de los equipos mecánicos acondicionados especialmente para aumentar el rendimiento en las plantaciones y optimizar el recurso económico. Para finalizar nos dice: que “andando rápido”, nos consumirán dos días de visita para podernos llevar una visión global y con detalles del Proyecto.
Expectantes llevamos a cabo todo el recorrido. No podíamos creer la maravilla del proyecto en presente y mucho menos a futuro. En veinte años, será costoso y muy difícil el mercado para la pulpa de papel en el mundo. Es preciso prever desde ya la producción de dicha pulpa, para abastecer el consumo nacional de papel y comercializar los excedentes.
La materia prima óptima para fabricar papel, requiere cincuenta por ciento de fibra larga, que la dan los pinos -en los proyectos de investigación sobre múltiples especies de pinos efectuados en 1969, nos dieron resultados totalmente positivos y a favor del pino Caribe- y el cincuenta por ciento de fibra corta, que la otorgan las especies tropicales, como la caoba, el cedro, el apamate. Se debe sembrar para producir, a largo plazo, la fibra larga que no existe en Venezuela; manejar técnicamente los bosques de la reserva de Imataca, que tiene tres millones y medio de Hectáreas y construir una industria papelera de grandes proporciones, nos convertirá en potencia mundial en la industria papelera.
El terreno de Uverito es ideal. Tiene tierra apta para el desarrollo de esta especie de pino; agua inagotable en el subsuelo, a escasos veinte metros de profundidad para cubrir las mayores exigencias del riego y la cantidad de sol necesario para el crecimiento de millones de arbolitos. Su ubicación geográfica es privilegiada para sacar el producto por el Orinoco y luego al Océano Atlántico, de allí, a mercados internacionales. ¿Cómo producir hidroelectricidad? hay de sobra, por la cercanía a las caídas de agua del Río Caroní, El Caura, La Paragua; toda la que se quiera al alcance de la mano para mover la maquinaria procesadora.
De acuerdo a la investigación realizada, esta plantación producirá un volúmen entre doce y diez y seis metros cúbicos por Hectárea por año, cifra bastante significativa, en esta zona de millones de Hectáreas, sin cultivos, sin habitantes, sin ninguna producción y que pertenecen al Estado Venezolano, serán convertidas en fuentes de trabajo próspero, de empleo seguro y de rendimiento económico a perpetuidad.
El factor que puede ser limitante para hacer andar el proyecto Orinoco, está resuelto, porque ya se esta produciendo la cantidad de veinte millones de pinos bebés cada año, en los viveros; y debido a le existencia de centros poblados cercanos como Barrancas del Orinoco, Temblador y Uverito, se tendrá mano de obra suficiente en estos tiempos iniciales del proyecto.
La planta de procesamiento de pulpa para papel, será ubicada, estratégicamente, en Barrancas del Orinoco, en la margen izquierda del río, a escasos cincuenta kilómetros de acá; y es el sitio ideal, como les dije líneas atrás, para sacar el producto por el Orinoco.
El equipo técnico es integrado por especialistas en cada área: Ingenieros Forestales, Peritos Forestales, Bomberos Forestales, mecánicos, viveristas. También hay cincuenta mujeres elaborando “materitos” con manto asfáltico para colocar pinos bebés, los cuales serán plantados cuando alcancen veinte centímetros de altura. La cantidad de arbolitos sembrados cada año es de veinte millones; y su plantación se inicia en los primeros días de mayo, al llegar las lluvias.
Los viveros son temporales, armados muy cerca de donde se realizará la plantación, para facilitar el trabajo en el área de siembra. Cada vivero, tiene una capacidad de producción un millón de arbolitos y llegando a un número de veinte viveros por año.
Estos arbolitos de veinte centímetros, son plantados en terrenos perfectamente delimitados, como si de un tablero de ajedrez se tratara; cada recuadro se separa del otro por grandes avenidas y calles, para poderse trasladar en vehículos dentro de la plantación. Entre cada uno de los recuadros, existe una separación suficiente para poderlos proteger en caso de incendio o simplemente, para poder supervisar los árboles durante su desarrollo.
Una vez terminado el segundo día de la visita, nos reunimos al atardecer en la sala de reuniones. Los últimos rayos de sol se reflejaban en la inmensa plantación de pinos. Los colores del cielo y del verdor de los pinos es un deleite a la vista que todos disfrutamos en silencio, como honrando el momento mientras llegaba el Dr. Cabrera Malo. Un mesonero interrumpe cuando entra un carrito de servicio, con bebidas refrescantes y galletas.
Al entrar el Dr. Cabrera Malo, nos ponemos de pie y lo aplaudimos. Emocionado agradece con su característica sonrisa. Se sienta en la silla principal. Nos pregunta de inmediato las impresiones de la visita y mira al Gral. de División Enrique Valdez Angulo, por ser el invitado especial. Él expresa su gratitud por la visita magistralmente guiada y por las atenciones prestadas durante la estadía. Lo que le llamó poderosamente la atención, es lo perfectamente engranado que se encuentran cada una de las áreas de trabajo del Proyecto: El trabajo de las señoras elaborando los “materitos”; la planimetría en el campo de trabajo y muy especialmente, los equipos en los tractores diseñados para la siembra de pinos.
El equipo de mecánicos liderado por el Dr. Cabrera Malo, diseñaron un tractor con dos rastras sucesivas; una rastra con discos al derecho para abrir surco de sembrado y otra rastra con discos al revés para tapar el surco. En medio de las rastras fue diseñada una silla a cada lado, para colocar un trabajador experto en sembrado y espacio para colocar los pinos a sembrar; el hombre que se sentaba a la derecha, debía ser derecho para agilizar el proceso y el de la izquierda, debía ser surdo. Como una coreografía, esos hombres van colocando cada tres metros un arbolito, que es tapado por la rastra trasera. Cada jornada de trabajo por tractor siembra veinte y dos mil quinientos pinos diarios. Un verdadero record de plantación mecanizada, jamás visto.
El Dr. Cabrera Malo, explica a los asistentes el trabajo metalmecánico arduo para lograr el tractor que hoy día se utiliza en el proceso de sembrado, así como, el proceso humano para el sembrado de los arbolitos. Es una coordinación perfecta entre el maquinista y los sembradores. El General nuevamente felicito al Doctor y a su equipo de trabajo, desde la gerencia hasta el trabajador que solo tiene horas en la plantación. Después de tomarnos una refrescante limonada y comer las galletas ofrecidas, nos dirigimos a la avioneta para emprender camino a Caracas, sin dejar de agradecer las atenciones brindadas.
El Proyecto Guayana de tan alto propósito se vino a pique en el año 2001. Los seiscientos veintre millones de Pinos Caribe, a tiempo para procesar la pulpa para papel, tomaron otros rumbos. Fueron obsequiados a título gratuito por el presidente fallecido, a sus sempiternos amigos entrañables, los esposos Kirchner; y desde el Puerto de Guanta, durante años son trasladados en cargueros argentinos a la inmensa planta de pulpa para papel que Argentina tiene sobre el Río De La Plata. Aquella inconmensurable riqueza, perteneciente a todos los venezolanos, este régimen la volvió sal y agua. La borro de la faz de la tierra.
¡Así lo viví y así lo cuento!
Rindo Tributo de Admiración y Respeto al Dr. J.J. Cabrera Malo, quien con su nobleza, su tenacidad, alto sentido del deber y de entrega desinteresada, al Servicio de la Patria que lo vio nacer, logró junto con sus equipos técnicos y de trabajadores de alta vocación, sembrar al sur de Anzoategui y Monagas seiscientos veinte millones de Pinos Caribe, la mayor plantación hecha por el hombre en la faz de la tierra.
José Moreno Zambrano
Amigo José, estoy entre dos aguas: la del orgullo netamente venezolano y la de la impotencia absoluta por tan misero gesto de un resentido nacido en Democracia. Una pregunta me ronda: ¿tienes los documentos que avalan ese proyecto?. Pensando en el futuro cercano y poder retomar esa inagotable producción de pino Caribe. Uverito merece ser retomado con todos los elementos que dieron lugar a su nacimiento y ser mejorado. Me regocijo con la narración y, al mismo tiempo, la indignación no deja de estar presente. Muchas, muchas gracias.
ResponderEliminarQue Dios te Bendiga, Merangel! Que satisfacción tan grande porque llegaste al fondo del contenido. Su realización es perfectamente repetible porque se necesitan Gobiernos serios, con noción de propósito y continuidad administrativa; porque la "desgraciadez" del sector que yo manejo es el largoplacismo. Si hoy siembras una caoba, para dormir en la cama debe esperar mas de 40 años.
EliminarGracias por leerme. Recibe un fuerte abrazo.
José Moreno Zambrano.
Estimado Jose.
ResponderEliminarComo siempre con gran maestria, usted rememora experiencias vividas durante el desempeno de su labor profesional, para llevarnos a la imaginacion escenarios que por una parte, nos colman de orgullo, por otra de tristeza por el tratamiento que han dado, otros, a semejante proyecto.
Me ubico en esa decada, y salta en mi corazon emociones de agradecimiento a Dios, por haber contado con personas de gran valia en su profesionalismo, y sentido de pertenencia a lo nuestro. Al finalizar la lectura, queda un gran vacio por la perdida de valores, que hemos vivido, y en consecuencia, la descomposicion social, economica y politica que estamos padeciendo.
Gracias Jose por su aporte nuevamente.
Eucaris de Borrero.
Estimada Eucaris! Gracias por tus palabras y por leerme. Una maravilla era Uverito que perdimos por intereses personales de un presidente. Para ver nuevamente a Uverito en su esplendor, necesitaríamos sembrar ya los pinos y en 30 años ver la selva con olor a pino!
ResponderEliminarUn abrazo afectuoso Eucaris!
José Moreno Zambrano
Fascinada y encantada de nuevo al leerlo, la forma que tiene de describir y narrar, resaltando la grandeza de nuestra geografía y de los venezolanos valiosos, rescatan dentro de mi la admiración por nuestro país y por los hombres y mujeres valiosos que ha parido nuestra patria. Que impotencia que un grupo de retorcidos, liderados por otro retorcido y resentido hayan destruido desde que tomaron el poder toda una nación y todo el esfuerzo y trabajo de años! Uno se pregunta porque?? Esa gente también nació en Venezuela!! Como se puede ser tan malos!!!! Ya me imagino que los expertos en sociología y psicología sabrán las fallas del sistema, para que se dieran las cosas como se han dado. Pero sigo con la esperanza de que el bien triunfe sobre el mal, y emerja una Venezuela diferente, madura y con un profundo aprendizaje!
ResponderEliminarGracias por cada una de las palabras que escribes, apreciada Raquel. Al igual que tu, estoy confiado en Dios para que: "todos y cada uno de nosotros los venezolanos, tomemos conciencia de lo afortunado que somos al haber nacido en esta tierra de gracia". Espero que los sociólogos, psicologos, etc. den las luces suficientes para que las generaciones futuras no comentan los mismos errores. ¡Gracias por leerme y comentar!
EliminarRecibe un cordial saludo desde las montañas andinas venezolanas.
José Moreno Zambrano.