¡Venezuela en la U.C.I.!
Hace 21 años, por estos mismos días, se comenzó a aplicar en forma abierta y descarada, el Plan preparado de antemano, para destruir Venezuela, elaborado puntual y detalladamente por el Foro de Sāo Paulo, bajo las experimentadas directrices de Fidel Castro, convirtiendo nuestra rica Nación en un laboratorio llamado Socialismo del Siglo XXI.
Con este maquiavélico propósito, en primer lugar, había que desmontar las Instituciones del Estado, destinadas a cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional y las Leyes de la República, a los fines de lograr los Objetivos Nacionales previstos en el preámbulo de la Constitución Nacional de 1961.
Así, los Poderes Públicos, llamados a cumplir importantes funciones para la Nación, fueron convertidos en sumisos instrumentos al Servicio del Poder Ejecutivo, manejado incondicionalmente desde Cuba. Claro está, que al confundir el Estado Eterno, con el Gobierno de turno, se dibuja con trazos fuertes, el tamaño de la desgracia Nacional en que iba a convertir Venezuela.
De igual manera, desde el mismo inicio de sus nefastos procederes, nuestra Carta Magna y a los fines de desvirtuar sus valores y abrir paso a la debacle, fue calificada como “moribunda”, desvelando la intención preconcebida, de desaparecerla como Guía de Planeamiento y brújula que orienta los destinos nacionales de Bien Común.
A los poco días, una nueva Constitución Nacional, es convertida en maniático instrumento de utilería, para ser mostrada infinitas veces en interminables e inútiles cadenas de radio y televisión, para ser violada después desde los más altos y lujosos despachos públicos, donde se cocinan y se ordena, la ejecución de todos los delitos contra la Nación Venezolana.
Obviamente que para estos procederes, no son requeridos conocimientos científicos, profesionales, técnicos, ni experiencias, ni idoneidad para los cargos de Alto Nivel, en los diversos sectores de la Administración Pública. Cualquier líder político comunal o sindical, con un pequeño cursillo de adoctrinamiento en Cuba, califica para cargos ministeriales o directoriales.
Así fueron materializando, acumulando y afinando procedimientos apropiados para la destrucción de los bienes y riquezas, tangibles e intangibles, que la Nación tenía. Todos y cada unos de los Factores de Poder, que hacían fuerte y vigorosa la República, rápidamente se fueron desquebrajando en los aspectos: Económicos, Políticos, Sociales y de Seguridad, jurídica, personal y de bienes.
Dolorosamente se registra el indetenible crecimiento de la inseguridad, que se expande como una “mancha de aceite”, desde las fronteras nacionales hacia el interior del País. La economía destruida a todos los niveles, menos en actividades fraudulentas e ilegales. La Nación endeudada, sin límites, ni controles conocidos; sin capacidad de rectificación ni freno; la sociedad venezolana, desmembrada y sin futuro cierto. Nadie sabe con certeza cuántos millones, mayoritariamente jóvenes, han tenido que huir de su País, desterrados por la situación imperante e inconcebible. El factor político de la Nación es manejado a su antojo por el poder Ejecutivo.
Todas las fronteras del País son vulnerables a organizaciones irregulares, que han hecho nido y dominan extensos territorios Regionales y Nacionales, imponiendo el imperio del terror sobre la Ley y el Orden, con grave riesgo a la Soberanía e Integridad Territorial, que nadie garantiza.
Sin Estado que produzca alguna Política Pública de Bien Común para los venezolanos. Perseguidas y aniquiladas las Instituciones Públicas y Privadas a nivel Nacional, Regional y Local, el Desarrollo Nacional se vino al suelo y en su lugar, se instauró la anarquía más espantosa, que sirve para colocar Venezuela en el último lugar de las estadísticas y evaluaciones socio-económicas (S&P), a nivel mundial, dado el estado de miseria y abandono en que nos encontramos, el cual es el objetivo perseguido por el socialismo del siglo XXI.
Esta gigantesca catástrofe que vemos por doquier, es la resultante exitosa de la aplicación sistemática durante 21 años, del Plan de destrucción y quiebra de la Nación Venezolana.
Permanentemente, han surgido y surgen calificadas voces revestidas de autoridad moral, intelectual y académica, de venezolanos de valía, quienes en forma contundente y oportuna, han señalado con total crudeza, la “hecatombe” para que el oprobio finalice. Sus voces resumen la consciencia colectiva, desde 21 años atrás; y sus gritos de alarma, han remontado mares y fronteras, señalando con notorio acento, la total indefensión en que agoniza Venezuela a manos de sus depredadores con poder.
Ante esta situación de apremio y coacción generalizados, desde la torre más alta de la Iglesia Católica, en extremo conmovido por la ignominia reinante en todos los rincones de la Patria, el Padre Ugalde, emite a los cuatro vientos, campanadas de desesperación y alarma. También corre por las redes, voces y clamores de venezolanos con experiencias vividas y sentidas, con conocimientos bien profundos, de valía nacional e internacional y en extremo preocupados y ocupados como los que aporta el Dr. Diego Arria, quien hace análisis y ofrece soluciones con conocimiento de causa, en estas terribles horas en que mal vive Venezuela.
Mientras el fingido Estado, aprieta más las cuerdas que estrangulan al venezolano que está dentro; con fronteras cerradas por pandemia, pero llenas de maleantes y múltiples peligros sin control, a diario, por miles, en desesperada fuga, la emigración aumenta. Pero también, los venezolanos que por millones están fuera, esparcidos por el mundo, sufren y se desesperan, al conocer de su Madre Patria moribunda, el tipo de tratamiento que le están suministrando sus verdugos.
Con la bondad de nuestros valiosos, apreciados y consecuente lectores de este blog, nos permitimos agregar los link de sólo dos de los variados artículos publicados respecto a este tema.
Así lo creo, lo vivo y así lo digo.
José Moreno Zambrano.
Padre Ugalde:
Dr. Diego Arria:
Me permito agregar a esa lista de condiciones nefasta que acumula nuestra tierra, la cantidad de ciudadanos que, ondeando "la bandera de la verdad", haciéndose llamar oposición le dan mas oportunidad de permanencia a este régimen narco terrorista . Y no lo digo yo, lo dice la comunidad internacional que ha etiquetado, de manera perfecta, la banda de criminales que han y siguen destruyendo no solo nuestras riquezas sino nuestras esperanzas y anhelos por merecernos vivir y convivir mejor como cualquier ciudadano del mundo. Es abrumadora la impunidad que nos rodea; sin dejar de lado el mal uso de la "justicia" bajo la premisa de "la defensa de la patria" acorralando, apresando y hasta matando a cuanto venezolano se le ocurre no estar de acuerdo con este régimen. El único poder que desean ardorosamente recuperar los integrantes del régimen es el Legislativo. Porque si leemos con detenimiento ese capitulo, es el único poder que gobernaría y garantizaría estabilidad, empleos, inversiones, contralorías y un largo etcétera; en un sistema de gobierno democrático, obviamente. Quiero dejar bien claro que soy absolutamente responsable de cada una de las letras escritas por mi en este sitio. Soy yo y mis opiniones. Gracias amigo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con su opinión y con la del Dr. Diego Arria, y en mi opinión indignación total ante esos indignos que se hacen llamar políticos, que han colaborado todos estos años en la destrucción y el saqueo de nuestro país. Para que haya paz debe haber justicia, y solo así se puede construir una sociedad, se han cometido demasiados crímenes y delitos, y es una obligación moral hacer que paguen por ellos.
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