¡Venezuela convertida en un laboratorio! /Parte I

Balancines PDVSA.

Ya el nuevo siglo, desde sus inicios, invadió Venezuela con chabacano impulso y trajo bajo el brazo, un abultado recetario de diabólicos brebajes, con su pesada carga de males imprevistos y crecientes. Este calamitoso fardo lo instala a juro el régimen, desde sus inicios, en todo el territorio nacional, perjudicando con rigor, el medio rural y urbano, hogares, familias, Estados, Regiones de Desarrollo,  contra todos los factores de Poder Nacional: Económico, Social, Político y de Seguridad. Arrasa con las instituciones, hasta los más apartados rincones de la geografía nacional.

De esta forma, los venezolanos conocimos los infortunios de una guerra, entre los poderes de una nación, rica en todo, contra su población civil. El país fue llevado a condiciones de miseria en pobreza extrema, tratando de obligarla a doblegarse o a huir; o generar la disidencia, condición nunca vista en doscientos años de vida independiente.

Gracias a mi milagrosa agenda que registra sin pausa cada evento; me sirve de guía, señalando el camino y alumbrando las circunstancias transcendentes, pero también, da campanadas de alerta, cuando el dolor apremia, por las penurias que a diario sufre el venezolano a todos los niveles y el hambre obliga a muchos a buscar en la basura que comer.

Así las cosas, se instauran como moda, interminables cadenas por radio y televisión, donde el régimen se luce dictando cátedra de populismo sin cesar, proclama maravillas nunca vistas que se harán en bien del pueblo soberano. La pulcritud sin par y el refinado celo que se aplicará en adelante, para administrar “la cosa pública”. La poda total de Ministerios, que para sus macabros fines, podrían ser  estorbo. Los gigantescos y bien dotados hospitales para beneficiar las masas y serán mejores que las clínicas de lujo, así decían. El Plan Ferrocarrilero Nacional, es una de las primeras prioridades, será una realidad a corto plazo.

Industria Metalúrgica SIDOR.

Estas pocas, entre muchas ofertas de la misma magnitud, afloraban a la mente del principal mentor, cuando inconmensurables fortunas de centenares de miles de millones de dólares (USA), ingresaban al tesoro nacional y se dilapidaban sin control de nadie. La industria petrolera a finales del Siglo XX, producía diariamente más de tres millones de barriles, mientras el precio en el mercado internacional, nunca fue superior a un dígito y fluctuó durante cuarenta años entre dos y ocho dólares cada barril, con lo cual se logró un nivel de desarrollo y calidad de vida jamás vistos en la nación.

A partir del 2001 y hasta el 2012, el precio petrolero en el mercado internacional, se mantuvo entre ciento diez y seis y ciento veinte dólares, cifras jamás imaginadas y que no volverán. Estos inmensos capitales, convirtieron nuestro País en un mercado libre para el  reparto de gruesos capitales a los amigos de la causa. No escapa de mi agenda milagrosa, el desfile interminable de mandatarios con numerosas comitivas y lujosas recepciones, donde los obsequios anunciados por cadena nacional de radio y televisión, eran por montos entre cinco mil y diez mil millones de dólares (USA).

Además, conocimos la rutinaria imposición de la Orden de El libertador a tan distinguidos visitantes que en forma adicional recibían la Orden de El Libertador y una copia en oro de la espada de nuestro Héroe Inmortal, la cual, un dictador africano visitante, dormido en pleno acto, dejó caer este honroso recuerdo, a los pies de la silla que le servía de cama.

Mientras tanto, la destrucción de PDVSA avanza a pasos agigantados,  a partir de un bochornoso acto de expulsión, de la flor y nata de la nómina de la tercera empresa petrolera mejor calificada del planeta tierra. Tocando un “pito” metálico cada vez que se nombraba a los experimentados técnicos y trabajadores de la Empresa, hasta  lograr el total desmantelamiento con inconmensurables pérdidas, tangibles e intangibles, para la Nació n venezolana, atendiéndose aparentemente caprichos personales, cuando en verdad, era parte de un libreto procedente del Foro de Sao Pablo, destinado a la destrucción total de la República de Venezuela.

Vimos como, nuestra Nación, de economía robusta y envidiada por muchas naciones, fue llevada en pocos años y en forma intencional, a la más espantosa miseria que grafica el inmarcesible drama que vivimos. Paralelamente, la deuda nacional va en aumento hasta niveles inimaginables; y la inflación crece sin freno, batiendo todos los records mundiales en la historia de la humanidad, cuando se deja ascender libremente a centenares de millones por ciento, indetenible y sin control de nadie. También la recesión, se perdió de vista en el abismo donde cae sin freno.

Existen demasiados indicadores, que son de mucho peso, ante la situación que vive Venezuela. Así, resalta en insolencia sin par, la separación repentina de Venezuela del Pacto Andino. Esta es la demostración palpable de objetivos muy ajenos, totalmente divorciados del Interés Nacional. Este caso insólito, hizo que se formaran colas interminables de gandolas en las carreteras del Táchira, al ser sorprendidas por esta repentina decisión absurda, mientras se trasladaban camino a la frontera, con miles de toneladas de productos industriales venezolanos, ya negociados, buscando su salida natural hacia los países del sur.  Esta vez, no fue con un “pito”, sino con machete en mano., como se destruyó intencionalmente el mercado natural para la venta de productos industriales venezolanos en los Países vecinos.

Estas nefastas decisiones, lograron amedrentar sectores productivos y de inversión de capitales en múltiples industrias. Miles de empresas ya instaladas desde décadas atrás, generadoras de bienes de consumo y de exportación, renta interna y millones de empleos estables, a todos los niveles, cesaron de inmediato, trasladándose a otros Paises que ofrecen seguridad para sus altas inversiones, dados la saña y regocijo que genera la destrucción planificada desde los mas altos niveles oficiales. Basta recordar como ejemplo, las decenas de hatos en plena producción agropecuaria, los cuales fueron expropiados sin indemnización alguna, para convertir estas tierras productivas, en refugio de maleantes y en rastrojos. Igual, se registran por miles,  las industrias tomadas bajo el mismo sistema, y las Zonas Industriales en todo el País, convertidas en despojos, luego de sus rutinarios saqueos.

Siembra de Arroz en Guarico.

Estos casos son de sobra conocidos, en todos los ámbitos del Factor Económico que fue desmantelado en poco tiempo, para convertir  Venezuela, de País típicamente productor y exportador, en una Nación totalmente sometida a la economía de puertos. Imposible no tocar, el record mundial insuperable, del sistema de Control de Cambio, dañino en grado sumo para la nación que lo aplique en lapsos superiores a los noventa días, el cual Venezuela mantiene vigente en todo lo que va de Siglo XXI, con todos los perjuicios que esta absurda medida ha generado.

El signo monetario paso de ser cotizado y aceptado en los mercados financieros a nivel internacional, a un mercado totalmente rechazado, incluso  en nuestro propio País, en donde ya no circula ni el papel moneda.

Así vemos, que para este somero análisis de la situación económica en materia de Planificación Estratégica,  y específicamente en los Factores de Poder Nacional, este primero, el Económico, acusa un desequilibrio total e inaudito, desde la más humilde empresa, digamos,  de panadería, la cual por semanas no recibe harina; o la fábrica de quesos, a la cual no le llega leche porque el productor que la abastece,  sin gasolina, no puede arrimar esta materia prima; pero es el caso cierto que hasta PDVSA, además de estar en quiebra total y continuada,no produce combustibles porque  también, con toda la intención, por Política Oficial y de orden superior, le destruyeron las Plantas; o SIDOR, con sus altos hornos destrozados, no produce ni un tornillo; todo lo cual es un logro enorme para quien planificó y destruyó la Nación en tan pocos años. De esta forma se diseñó un Modelo aplicable a otras naciones del Continente Americano, o más allá.

¡Así lo veo y así lo cuento!

José Moreno Zambrano.