¡De las dictaduras a la Democracia!

 

Toma de posesión de Sr. Rómulo Betancurt Febrero 1959. 

El 19FEBRERO1959, el ciudadano Rómulo Betancourt, electo Presidente de la República, en votación universal, directa y secreta, es juramentado ante el soberano Congreso Nacional, reunido en Sesión Conjunta,  entonces, bajo la Presidencia del Dr. Raúl Leoni, Senador por el Estado Bolívar;  y vicepresidente, el Dr. Rafael, Caldera Diputado por el Distrito Federal, bajo la mirada expectante y sorprendida de los venezolanos, en acto transmitido por los medios de comunicación social para Venezuela y el mundo.

Este sistema de gobierno, conocido, experimentado, consolidado y perfeccionado, a través del tiempo, en muchos países y en otras latitudes, es totalmente novedoso, dolorosamente desconocido para el pueblo venezolano, quien viene a estrenarlo cincuenta y nueve (59) años después de iniciado el Siglo XX, y a ciento treinta y siete (137) años, que este mismo pueblo, poniéndole el pecho a la balas, enfrentando las huestes del Imperio Español, a sangre y fuego, desolación y muerte en los campos de batalla, donde obtuvo la supuesta Independencia y una imaginaria Libertad, porque, desde aquel entonces, continuó bajo los dominios y el mandato arbitrario de dictadores y usurpadores autóctonos.

Fueron muchas las dictaduras implantadas, por mandones de turno, quienes con distinto ropaje y diferentes banderas, pero con nuevos engaños y promesas, con la fuerza de las armas y el peso de sus botas, convirtieron Venezuela, en su botín de guerra, sin que logren satisfacer jamás sus insaciables ambiciones y codicia.

Comienza ahora, con el inobjetable respeto a la voluntad de las determinantes mayorías nacionales, una era democrática, que a pesar de la inexperiencia en su ejercicio, de la ausencia de leyes normativas en los diferentes procederes y actuaciones de la sociedad civil, sin instituciones que puedan atender los innumerables reclamos de la ciudadanía, sin contar con fondos suficientes en el Tesoro Nacional, para cubrir tantas carencias y necesidades urgentes a lo largo y ancho del Territorio Nacional, sin conocer el comportamiento y las reacciones de sectores políticos inconformes,  de extrema izquierda y de derecha, en ambiente de Libertad, en ejercicio de los derechos para todos por igual y sin la garantía de poder ofrecer Seguridad plena a la Nación.

Campesino en Venezuela.

La tarea es muy difícil, pero factible, como fue demostrado a todo evento, en períodos alternos y sucesivos hasta 1999.  Así las cosas, la disparidad existente en las formas de vida entre las ciudades y el medio rural, es monumental. Las ciudades cuentan con servicios públicos, suficientes y accesibles, mientras en el medio rural nada existe. Donde una “plumita de agua” o un bombillito con luz eléctrica no se conocen, porque el agua está en la quebrada o en la laguna más cercana y la luz, es la del sol o la de la luna.

Venezuela adentro, se encuentra sin vías rurales, sin escuelas, sin acueducto ni energía eléctrica; sin dispensario ni transporte en decenas de kilómetros a la redonda, donde para curar “el mal de ojo”, la diarrea o la mordedura de serpiente, hay que llegarle en un bongo, en burro o a pie, al curandero, al brujo o al “yerbatero”. Es ahora, cuando el campesino migra a los cerros de las grandes ciudades para construir un rancho; y no es porque en el rancho o en “barrio ajuro” se viva mejor, sino porque el medio rural en estos tiempos, es totalmente invivible.

Por esta situación, de todos los rincones del país, miles de campesinos migran generando nuevos problemas de diverso orden, para la gobernabilidad de la Nación, lo cual exige alta gerencia y actuar sobre la marcha para construir la Nación  que nunca ha sido, enderezar el rumbo retorcido durante mucho más que un Siglo que Venezuela estuvo bajo el capricho de los mandones y a las arbitrariedades de las “montoneras”.

Se impone ahora, conducir la Nación por senderos de decencia, al imperio de la Constitución Nacional y de las leyes, teniendo como norte, el Bien Común de todos los venezolanos. Al Presidente de la República, corresponde estructurar  una eficiente Administración Pública a Nivel Nacional, Regional y Local, partiendo desde cero. Seleccionar y nombrar los Ministros para      los diferentes Despachos Sectoriales, Gobernadores de Estado y Territorios Federales, así como a los Presidentes de Concejos Municipales, quienes han de ser ciudadanos capaces, idóneos, honestos y reconocidos por la Sociedad Civil que ahora opina y decide.

Muy delicado ha de ser, en estas circunstancias y los antecedentes, el manejo de la “cosa militar” en democracia, luego de tantas dictaduras militares y de múltiples golpes de estado. Abona en forma positiva el detalle  valedero, del indiscutible y determinante aporte de la Institución Armada, para el derrocamiento de la dictadura perezjimenista, cuando se une en forma decidida, a la Junta Patriótica clandestina y a la Sociedad Civil, para instaurar la democracia.

El Presidente decide ratificar al Ministro de la Defensa Gral. (Ej.) Josué López Herriquez, nombrado meses antes por la Junta Provisional de Gobierno. Así mismo en JULIO1959, asiste a los Actos Militares programados para las fechas Patrias, con desfile en la Avenida Los Próceres y los Actos de Ascensos Militares y de graduación de nuevos Oficiales, asistiendo a cada una de las Escuela de Formación de Oficiales.

Escuela rural en Venezuela.

A su vez, en los diferentes Despachos Ministeriales, Dependencias Oficiales y Oficinas Públicas a Nivel Nacional y Regional, se trabaja con ahínco para cubrir de la mejor manera posible, las necesidades humanas, principalmente en los sectores más humildes y apartados del País, con el beneplácito de la Nación entera, la cual siente y vive como nunca, la Libertad, a pesar de los obstáculos y limitaciones, dado que la producción petrolera de un millón de barriles diarios, es vendido a dos (2) dólares cada barril, la industrialización del País es incipiente y no genera impuestos. Y el analfabetismo supera el ochenta por ciento (80%), sin escuelas ni maestros; sin puentes ni acueductos rurales; sin dispensarios, mêdicos ni enfermeras, mientras el paludismo hace estragos,  el campesino, con razón, reclama tierras y la atención preferente que merece.

Estas situaciones de apremio y mucha otras de no menor importancia, existen en todos los sectores, reclamando atención prioritaria y urgente por parte del Estado, cuyos deberes y obligaciones recién juraron cumplir y hacer cumplir, a través de Políticas Públicas que impulsen el Desarrollo Sostenido y la Seguridad Integral.

¡Así lo vi, así lo viví y así lo cuento!.                  José Moreno Zambrano.